1 ene 2007

DoMiNGo De CaRNaVal

- ¿Qué te vas a poner en fin de año?
- ¿Qué vamos a hacer? (que los gallegos contestamos con otra pregunta no es un mito, pero tiene una razón secreta que a lo mejor revelo en el futuro)
- Ir de bares
- ¿Como un sábado o viernes cualquiera?
- Sí, bueno, sí.
- Pues lo de un sábado cualquiera. Aunque estoy pensando que a lo mejor me pongo mi peluca plateada.
- ¿Vas a salir disfrada?
- Sí, como el resto de la humanidad.

Mi peluca plateada es un adminículo adquirido para una despedida de soltera, porque todo el mundo sabe que en las despedidas hay que hacer dos cosas disfrazarse e irse a otro pueblo para hacer el subnormal (en otra ocasión analizaremos por qué). La susodicha peluca es plateada, del material este que se usa para adornar los árboles de navidad que son como tallarines de papel albal y tiene cuernos de lentejuelas rojos, pero su mejor característica es que es super útil por tres motivos:
1.- Hace que la gente se parta de risa al verte, y eso es bueno porque llevar la felicidad al mundo es bonito.
2.- Es mágica y convierte a los camareros en seres hiper eficientes porque al mínimo roce de la barra tienes a dos listos para servirte, deben pensar que alguien capaz de salir con semejante pinta ha de estar borracho y que si no te hacen un placaje en el acto te lanzarás a las botellas a servirte tú misma.
3.- Es de plástico por lo tanto es impermeable, detalle a tener en cuenta si vives en un lugar donde llueve unos 140 días al año.
A cambio de tantas bondades sólo un defecto, una mínima precaución: permanecer alejada de los fumadores altos.
Pues mi peluca y yo salimos anoche a celebrar el año y a codearnos con otros seres disfrazados.
Ellos fueron casi unanimes, triunfó el modelo contable con dos subcategorias: contable-hawaiiano y contable-fiesta-de-cumpleaños-infantil; algunos, los más osados, se disfrazaron de espia británico con licencia para matar, pero pocos. Ellas se lo trabajaron más y pude distinguir hasta 5 modelos de disfraz distintos:
1.- Modelo princesa Disney. La princesa Vane se puso un vestido rosa con lo que debían ser dos millones de capas y capas de tul a juzgar por el volumen de la falda, y que hacía que ningún otro ser humano se pudiera acercar a menos de metro y medio de ella. A la pobre princesita la vi aterrada intentando que la lluvia torrencial no deshiciera el soufflé y arruinara los zapatitos de Cenicienta, resguardándose en la puerta de un McDonalds, poesia pura.
2.- Modelo Betty Page. Sorprendentemente vi a varias Bettys anoche, melena negra con todo su flequillazo, escote generoso en versión palabra de honor o con tirantes, taconazo y... ¡shorts!
3.- Modelo Priscilla Presley, éstas fueron las más numerosas. A ver mujeres del mundo, ¿quién os ha engañado para que os pongais tupés, y no tupés cualquieras, tupés XXL? Ese peinado jamás, jamás, jamás le ha favorecido a nadie que no fuera Priscilla.
4.- Modelo Pirata/Mosquetera glamourosa. Extraño híbrido creado al unir tendencias de esta temporada: las botas y los leggins, que acompañados de un top de lentejuelas, camisas de chorreras y similares, dieron lugar a varios ejemplares de corsarias y espadachinas.
Y por fin mi favorito, el rey de la noche, el modelo nominada al oscar. Vestidos unidos en simbiosis molecular con los cuerpos de sus amas en varias versiones: escote por delante, escote por detrás y escote por delante y por detrás; zapatos con pinta de doler sólo con mirarlos y por supuesto pintura aplicada con aerógrafo, tal cual tuvieran que soportar 5 horas de ceremonia bajo los focos.

En fin mis botas de montaña, mi impermeable y mi fiel amiga la peluca plateada lo pasamos razonablemente bien entre tanta fauna.

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